- Recientemente he puesto en marcha un nuevo proyecto: el restaurante “Marinetta mia... cucina e vino”. ¿Por qué la restauración? ¿por qué la cocina italiana? ¿por qué Marinetta?
Cierto que en España tenemos una maravillosa gastronomía, pero pienso que nos hemos dejado degenerar demasiado por otras formas de comer importadas del mundo anglosajón, donde lo único que importa es la rapidez o el precio. La cultura del centro comercial y de los restaurantes de comida rápida que abundan en esos lugares, está mucho más extendida aquí que en Italia o Francia que, con España, son los países con una gastronomía más profunda y extensa de Europa. Lo que más me gusta de los italianos es su culto al producto. En parte por estrategia comercial, en parte por defensa de su tradición, para un italiano un tomate es un tomate. Aquí estamos acostumbrados a comprar malos tomates, naranjas insípidas y patatas sosas en los supermercados porque son más baratos, mientras la buena fruta y verdura del terreno se exporta. Una ensalada caprese es un canto al producto: una buena mozzarella, un buen tomate, un chorro de buen aceite de oliva, unas hojas de albahaca y un poco de sal. Tres colores: blanco, rojo y verde, como en la pizza Margueritta, como en su bandera. En este sentido, para mí, los italianos, en especial los del sur, son los japoneses de Europa: sencillez y buen producto autóctono, nada más...
Como he escrito antes, mi amor por la gastronomía nace de la cocina que se hacía en casa, en especial los sábados y domingos. A mi bisabuela apenas la conocí, se llamaba Marina y dicen que tenía un don para la cocina. Mi abuela se llamaba también Marina. Sabía pocas recetas pero todas tenían encanto. Mi abuelo me las dictaba al oído para que yo le pidiera algunos de sus platos favoritos, ya que a él mi abuela no le hacía caso. A mi madre, también Marina, siempre le gustó cocinar y, al contrario que mi abuela, se atrevía con nuevas recetas, a veces de otras gastronomías. Gracias a ella probé mis primeros platos de gastronomía italiana. También se llama Marina una de mis hijas, ojalá también en el futuro sienta placer comiendo y dando de comer a los demás. Así que “Marinetta” representa para mí el amor por la comida y por algunas de las personas más importantes de mi vida.
Mucha suerte en este proyecto y que cumpla absolutamente todas las espectativas de tus sueños.
ResponderEliminarUn saludo.
totalmente de acuerdo con lo de la mesa, la conversación y el vino...se desconoce a la gente cuando no se ha compartido mesa con ella.
ResponderEliminarComo cliente y amigo, lo mejor cuando entro en tu restaurante es dejar que la sorpresa acuda a la mesa en forma de producto, de temporada, de momento y carácter...lo verdadero de la vida...
Juan.